miércoles, 19 de mayo de 2010

“MUJER PRECAVIDA VALE POR DOS”

Ayer tuve quizá la más descabellada discusión con un amigo, un tipo a quien los años no lo han hecho madurar y se ha encargado de criticar a diestra y siniestra. La discusión tuvo el tinte del amor, un amor a ciegas, un amor gris, al cual la vida no quiso pintar de diferente color. Mi amigo Marcos, un tipo a quien considero que está engañado y tiene un pensamiento retrógrado, fue novio de una muchacha de quien me reservaré su nombre.

Se conocieron en un bar, mismo donde ella bailaba al son de las copas que la llevó al suelo, acompañada de dos amigas más, quienes terminaron en la cama con el bar tender. Ella una rubia impecable, ojos color azul, unas piernas indudablemente deseables y un trasero emocionalmente tocable. Se hicieron novios después de ese día de pachanga y con el tiempo se juraron amor eterno y el mismo amor, los enredó en su paradisiaco mundo de nostalgia, opresión amorosa entre tintes de dolor y delirio tierno.

Ayer fue el último día de celebración amorosa, se vieron en un motel de la ciudad, donde tramaron una emboscada para dejar petrificado el placer carnal. El tuvo que rentar un automóvil porque ella se rehusó a entrar a un motel en taxi, tomando en cuenta que tenía que cuidar su integridad física. Marcos me contó que cuando empezaron a coquetearle al placer, se tomaron de la mano, se dieron un beso que los envió justamente a unos cuantos pasos de la mejor exposición de excitación que jamás haya sentido una pareja. En ese vaivén de emociones, a él se le olvidó llevar preservativos y pensó que ella accedería a tener sexo sin protección, confiando a ciegas en la pasión y a la lotería de la desazón.

Se desvistieron, y cuando él estaba a punto de penetrarla, ella le recordó que usara preservativo, él contestó que confiara en él, que se le había olvidado llevarlos… Ella, una mujer precavida, sacó preservativos de su bolso, y cuando Marcos vio ese gesto, la empezó a insultar de “Perra y de puta”, adjetivos que me llevaron a una discusión acalorada con él porque no tenía que tratarla así.

Después de todo me di cuenta que en nuestra sociedad, quizá es casi pecado que una mujer ande preservativos en su bolso, aquí normalmente son los hombres quienes los cargan. Para mí, ella es una mujer modelo, si cuando un hombre carga preservativos, se le tilda de “hombre precavido vale por dos”, porque tildar a una mujer de puta si los carga, acaso no será mejor decir: ¿“mujer precavida vale por dos”?

martes, 4 de mayo de 2010

¿QUIENES TIENEN LA CULPA?

En algún momento de mi vida pensé que era el único que sufría la impotencia de no poder hacer que la senda de la música urbana cambiara su rumbo y que de una vez por todas fuera bien vista y además reconocida. Me llamó poderosamente la atención hace unos días, King Frank, un tipo que conduce un segmento que se transmite por el programa “Reggaetón”. Sé de su trayectoria en la música urbana, admito saber que ha sufrido quizá un poco más que yo, pero sigue de pie y lo hizo notar en esa sección que les cuento. Pude observar su impotencia, su malestar por no contar con una industria de la música que no quiere crecer en nuestro suelo. También pude descifrar sus palabras de enojo hacia los responsables de que no se den a conocer los artistas nacionales.

Debido a eso, quise describir mi desasosiego acerca de la música urbana en Honduras. Quizá no estamos preparados para enfrentar una legión de artistas urbanos con buenas pretensiones de dar a conocer lo que la vida dicta, lo que el pasado nos dejó y lo que el futuro nos traerá. Los artistas urbanos en muchas ocasiones son portavoces de la verdad, son los autores intelectuales de valorar lo que quizá no tenga valor para muchos, de humillarse ante la verdad y admitir que somos un país donde no tenemos escapatoria, a lo sumo nos toca “comer mierda con la música”.

No creo que sea un pecado tener ansias de triunfar con un ritmo o un estilo de música que no es para todos, porque las masas no saben escuchar ni mucho menos descifrar el mensaje. Como artista urbano, he vivido humillaciones, me he sometido a cuestionamientos vacíos y a comparaciones inútiles. Es que en mi país, están acostumbrados a prestarle la casa a todos los que no tengan nuestro acento pueblerino, nuestras costumbres arraigadas, nuestra manera de pensar y nuestra fuente de vivir la vida. Aquí no manda el dueño de la casa, aquí el pastel se lo lleva el inquilino, en este caso el artista urbano extranjero.

Tengo unas preguntas de parte de una mayoría de artistas urbanos, nos gustaría saber su respuesta y a lo sumo algunas sugerencias para poder ser del agrado de ustedes.
¿Quiénes son los responsables de que no se conozca el artista nacional? ¿Qué debemos de hacer para que seamos de su agrado? ¿Cuánto tiempo pasará para que nos tomen en cuenta? ¿Creen que no tenemos la capacidad como cualquier artistas extranjero? ¿Hasta cuándo van a ignorar nuestro esfuerzo en la música?

Este es el link de donde me inspiré a escribir este blog lleno de impotencia, ira, malestar, desasosiego entre una amalgama de adjetivos que me invitan a sentirme peor.

http://www.youtube.com/watch?v=Ff-j9uTwT2Y