martes, 22 de marzo de 2011

PROBLEMAS EN LA INTIMIDAD


Una de las razones por las que quizá no me quiero casar, es por el problema que tiene mi amigo Jorge con su esposa. Ellos tienen un año de casados, en confianza me dijo: “Tengo la mejor mujer del mundo, casi perfecta…me cocina, me lava, me atiende de la mejor manera, detallista, cariñosa y la mejor compañera de mis peores momentos…”.

Con una sonrisa admitiendo saber que mi amigo está justamente con el corazón en la mano le dije: “Y cuál es el problema que aun no me lo has contado, solo cosas buenas me contas”. Se sentó en la silla de enfrente y me dijo: “El problema es en la intimidad…ella no quiere practicar todo lo que yo aprendí para hacerla feliz…Es de las mujeres que fueron criadas con una teoría conservadora y no quiere ni siquiera practicar posiciones sexuales para sentir placer en cualquier lugar y circunstancia”.

Cuando escuché eso, no sabía que decir porque nunca he estado casado y no sabría que hacer en ese caso…Yo le diera la oportunidad de explorarse 6 meses más y si no quiere, mejor me separaría de ella, antes de serle infiel y no contarle la verdad… estoy seguro que mi amigo no es el único que pasa por esa situación…pero en este caso que se puede hacer?... cuál sería la mejor forma de hablar con la pareja?..

Sería mejor que la mujer siguiera la frase que me repetía una vecina chambrosa que siempre tuve: “La mujer tiene que ser una puta en la cama para que el marido no se vaya con otra”.

miércoles, 16 de marzo de 2011

ENTRE LA ESPADA Y LA PARED


Entre una noche de confesiones y desnudando sentimientos, mi amigo Roberto me dijo que está confundido porque siente que está siendo atraído por el amor de una mujer casada, una mujer a quien él le ha tomado mucho aprecio pero que respetando las leyes del amor no se podría dar… me contó en confianza que no le importaría quebrantar las reglas y quedarse con esa mujer, a quien él ha catapultado en su más recóndito sentimiento.

Estudiando las miradas de ambos y los gestos inconscientes que se demuestran, me di cuenta que a ella también el amor le ha tocado nuevamente la puerta… ella, una mujer casada, con dos hijos, se entretiene mucho viendo a mi amigo por medio del ordenador, y muriendo de ganas de estar junto a él y por supuesto que él está en ese mismo dilema.

Roberto me preguntó de una manera muy inocente pero exageradamente valiosa para el amor…Crees que aun estando casada pueda enamorarse de mí?..Con una seguridad como la de un juez queriendo sentenciar a su peor enemigo le dije que sí y me preguntó el por qué.

Mi respuesta no fue nada más que la exposición de dos corazones que mueren por encontrarse y dije: “Ella está enamorada quizá de su esposo porque es el padre de sus hijos, y por ser el hombre que la hace feliz en la cama, sin embargo, vos sos el hombre que la escucha y retiene sus mejores sonrisas y le da brillo a sus ojos, y una persona también se enamora de eso”.

Que le podría decir usted a Roberto tomando en cuenta que está confundido cuando en las leyes del amor todo es básicamente claro aunque para el corazón sea confuso?…