Una intensa caravana de congratulaciones fue lo que recibí el sábado 14 de enero, ese día hace ya 32 años, mi madre Mercedes parió a un guerrero, un eficaz ser humano que coquetea con la razón, un hombre que se niega a pertenecer al club de los idiotas y un cumpleañero que se ha tomado bien en serio cada momento de su vida. Mientras el tiempo me da la razón y el calendario la bienvenida, quiero honrar con este texto a cada una de las personas que se tomaron el tiempo de escribir en mi muro de facebook, a las personas que hicieron sonar mi aparato celular para felicitarme, y a los que escribieron sus felicitaciones para este servidor en Twitter.
Cada vez que cumplo año, prometo algo para la vida, me comprometo con el tiempo y le rindo mi nostalgia a mi infelicidad que muchas veces opaca mi buen vivir. Ya hace 21 años y tres meses, mi padre dejó de felicitarme, dejó de darme un abrazo, dejó de regañarme y me dejó completamente con su ausencia. En este nuevo año que acabo de cumplir, pensé encontrarlo entre textos, entre cada felicitación, entre cada llamada, y entre cada lagrima que pude derramar, sin embargo no lo encontré a menos que se haya convertido en el vacío que siento en el corazón.
Este 14 de enero, recibí un abrazo de parte de mi madre, aquella señora, a quien le he negado manifestarle que la amo con todas las fuerzas que tengo, con cada una de mis buenas intenciones, con cada una de mis lágrimas que he derramado. No he sido tan agraciado para manifestar mis sentimientos y a lo sumo le he dicho “te quiero en silencio”. Este pasado 14, ella cedió, se me acercó y me dio un abrazo de esos que duelen hasta el alma, y me dijo: “Felicidades y que sigas cumpliendo muchos años”. No sé si ella lo supo, pero inmediatamente que se fue de mi lado, me puse a llorar porque cobardemente debo de aceptar que ella tiene más valor que yo para demostrarme que me ama como yo también la amo.
Pronto estaré de viaje por Estados Unidos, me llevaré en mi equipaje todas las felicitaciones que me han dejado en mi cumpleaños y seré feliz con ellas en ese país que no es mío pero que me da oportunidades de sentirme libre…. Se les quiere, un abrazo fraternal para todos….
tio que lindo realmente lo quiero un monton por ser como es, y lo unico que le pido es que tambien me extrañe tanto como yo lo extraño, y ver su personaje de Carlos Eduardo, lo vuelvo a felicitar y por cierto el derramar lagrimas por recibir un abrazo o esperar y recordar como nos abrazaban los que ya se adelantaron no nos hacen cobardes sino que nos permite poder demostrarnos que somos cada vez mas humanos y dueños de nuestros sentimientos. lo quiero mucho y recuerde que es mr tio de 32 años favorito, su sobrina tkm, besitos y abrazos
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