DE MI ERECCIÓN PARA LARISSA

Ayer por la tarde, el aeropuerto Ramón Villeda Morales, se dio el lujo de sentir los pasos de Larissa Riquelme, la mujer a quien le llegó la fama casi por sus pechos y por su inigualable trasero. Yo, quiero agradecerle públicamente, por tener el valor de visitarnos. Sé que es una figura pública, y por ende antes de venir tuvo que investigar a qué país venia, y sé que no todo lo que le dijeron fueron halagos.

Ante las miradas atónitas de muchos espectadores, ella caminaba por la vereda del aeropuerto, sintiendo los ojos de muchos hombres que se le pegaban justo en los pezones, además de traer de rehén a muchos otros, vanagloriando sus dos nalgas tan apetecibles como una carne asada en una tarde verano.

Lo que no puedo permitir que pase por alto es, justamente el hecho de que el equipaje donde traía su ropa, desapareciera en el aeropuerto. Quiero pensar, que un tipo bien intencionado, o con ganas de sentir su olor, fue quien hizo el malabar de tomar lo que no es suyo, justamente para poder oler los hilos dentales que esta bella dama traía en su equipaje, digo “solo hilos”, porque casi no le gusta usar ropa, cosa que debo de alabar porque a mí tampoco me gusta verla con mucha ropa.

Espero mañana en pleno partido, pueda asegurarme el mejor momento del mismo, mientras vea a muchos hombres detrás de una pelota en el campo de juego, mientras otros siguiendo las pelotas de Larissa en plena gradería. Bienvenida a mi país, espero podas disfrutar de nuestra belleza natural, de nuestro egoísmo de compartirla con nosotros mismos y espero volvas pronto, no con la idea de seguir a una selección de football, sino de disfrutar los enormes placeres de este bendito país.

Un beso a la distancia y si no es mucha molestia, quiero que aceptes de parte mía y de muchos, dos besos en cada nalga, tres en cada pezón y una en la frente, ese es de bendición, no de erección…

Saludos