CADA VEZ VIVO PEOR

Ya casi tengo treinta y sigo siendo parte de esta tierra que me vio nacer, de este pedazo de planeta donde vivo con la mayor inseguridad posible. Mi país se llama Honduras, es un lindo paraíso para los que gozan del placer de ser aventureros, es un nido de lugares por descubrir y el sitio perfecto para el más desposeído, aquí los desposeídos no pasan solos, la mayoría de gente somos así, desposeídos, de una u otra forma pero desposeídos.

Aquí nos damos el lujo de un golpe de estado, de tener a dos presidentes, uno en una embajada y el otro en la casa presidencial. Tenemos esa dicha, de que los dos, no hacen nada por el país, solo se encargan de hundirlo más, como que no les gusta el nombre de Honduras y quieren llamarlo Perdición.

Para mí no es nuevo, ya casi a mis treinta, nunca he escuchado comentarios alentadores, he recogido el murmullo de centenares de personas que se quejan por haber votado por un candidato a la presidencia………Aquí la historia está escrita con la mayor banalidad que se crea posible, con la mayor mala intención de no decir la verdad, de enredarnos en la mentira y patearnos hasta creer sus fatalidades.
Cada día empeora el estilo de vida, la canasta básica, ya casi anda por el cielo, por la renta no me preocupo, aquí la gente renta hasta el alma para comprar un paquetillo de cigarros o un octavo de guaro. Ya no se quejen por el desempleo señores, aquí ya pronto se dará un nuevo decreto donde se especifique…. Quien no roba, no coma.

En los últimos tiempos se ha hablado de un librito, que para la mayoría de nosotros era desconocido, me estoy refiriendo a la constitución de la república, y en realidad no sé porque le llaman así, si me he dado cuenta que cada uno de nosotros hemos sido tan perfectos, que hemos violado la ley……. Entonces promuevo que deberíamos de cambiarle el nombre y llamémosle…Prostitución de la república.

Ya no quiero seguir escribiendo porque me da nauseas, desde hace mucho, las cosas marchan peor, por tal razón, espero me comprendan, que no vine a callarme, por lo menos me llenaré el alma contando mis dolores, desasosiegos, incertidumbres etc., en vez de morirme con mi sentimiento y parte de mi pensamiento.