ENSEÑANZAS DE UN VAGABUNDO

Caminando por la vida, me encontré a un señor que tenia cicatrizado el corazón del sufrimiento. Estaba tirado en una acera cerca de una gasolinera y me senté a conversar con él. Cobijado con una camisa sucia y abrigado con su larga cabellera empezamos una amena tertulia. ¿Qué hace tirado en esta acera? le pregunté…. No tengo familia me contestó tajantemente. No tengo un techo que me proteja, no tengo una sábana que me cobije, no tengo nada… solo tengo las ganas de vivir... Esas palabras me incomodaron y le pregunté… ¿Se tiene ganas de vivir cuando no tiene nada?...No tengo nada de lo que ustedes quieren que tenga, sin embargo yo tengo dos libros por leer, un CD de Facundo Cabral que me recuerda que no estoy solo, por lo menos estoy con sus vivencias convertidas en canciones.

Le conté que yo tuve la oportunidad de hablar con Cabral y fue así que me senté a su lado en aquella sucia acera donde compartimos lecciones de vida. Hablamos de Facundo por mucho tiempo y discutimos criterios y formas de ver la vida. Hablamos de la vida y de la muerte, de los ricos y de los pobres entre otras cosas y coincidimos en que la mejor manera de ver esta realidad es de la forma que la ve Facundo Cabral.

Para Facundo no existe la muerte, existe la mudanza y acerca de los ricos y los pobres Cabral nos preguntó en más de una ocasión…. ¿Quién es más rico, el que más tiene o el que menos necesita?... recomiendo que cuando encontremos a un vagabundo tirado en una acera no lo ignoremos, puede coincidir en muchos puntos de vista y hasta nos pueden ilustrar nuestro camino.